martes, 26 de enero de 2016

bateria ludwig



Wilhelm F. Ludwig, nacido en 1879 en el Imperio Alemán, emigró a los Estados Unidos junto a sus padres a la edad de 8 años. La familia se radicó en la ciudad de Chicago, y allí cambió su nombre a William.
En una ocasión, William Ludwig, después de ver un desfile de los miembros del Primer Regimiento de la Guardia Nacional de Illinois, se convenció de que se quería convertir en uno de ellos, como ejecutante de tambor. Sin embargo, su padre, un trombonista profesional, insistió en que los tambores no eran un instrumento musical serio. Después de varios improductivos años estudiando violín y piano, el padre accedió a comprarle unos tambores de segunda mano. El progreso en los tambores le llevó a tocar con pequeños grupos novatos y conseguir algunos trabajos con paga, ya como baterista profesional en 1908.
El viejo pedal de madera de la batería de William, no cumplía con las rigurosas demandas de los nuevos ritmos sincopados del jazz y el ragtime. Después de varias visitas a las tiendas locales de música el joven no logró encontrar un pedal satisfactorio. Como resultado, decidió diseñar su propio pedal de madera, capaz de tempos más rápidos, sin pérdida de fuerza o volumen. Algunos pedales fabricados para él, se convirtieron en la envidia de otros bateristas locales. Robert C. Danly, su cuñado, un técnico mecánico, creía que el pedal podía ser producido en masa, y fabricado de un material mas durable.
En 1910, en un granero rentado al noreste de Chicago, William junto a su hermano Theobald, fundaron la empresa Ludwig & Ludwig, siendo su primer producto un pedal para bombo, que superaba a sus similares de la época, por su velocidad de ejecución.
En 1909-1910, William consiguió un trabajo como timbalista en la Orquesta Sinfónica de Pittsburg. El exorbitante precio de un par de timbales importados, lo decidió a construir con su cuñado Robert Danly, un timbal más barato y con mejor calidad. Después de tres años de experimentos, el primer juego de timbales de acción hidráulica, fue vendido a la Orquesta Sinfónica de Saint Paul, pero al poco tiempo, falló el sistema y el fluido se drenó. Después de varios experimentos, los dos decidieron cambiar, en 1916, la acción hidráulica por un mecanismo de resorte, que fue la base para los timbales actuales.

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